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Desde su primera edición, Barcelona Wine Week cuenta con la colaboración estratégica de ICEX España Exportación e Inversiones, con el objetivo de favorecer la proyección internacional de sus empresas expositoras. Para BWW 2023, se revalida esa valiosa colaboración, principalmente a través de un programa de invitación dirigido a más de…

Desde su primera edición, Barcelona Wine Week cuenta con la colaboración estratégica de ICEX España Exportación e Inversiones, con el objetivo de favorecer la proyección internacional de sus empresas expositoras. Para BWW 2023, se revalida esa valiosa colaboración, principalmente a través de un programa de invitación dirigido a más de 500 compradores VIP de países clave.  Vinculada a ICEX desde hace dos décadas, María Naranjo -actual directora de la Industria Alimentaria de esta institución- analiza el momento que vive el sector y las oportunidades de internacionalización que brinda el salón a las bodegas participantes.

Superada la pandemia, nos enfrentamos a otro momento de incertidumbre por la escalada inflacionista. ¿Cómo ve el sector a las puertas de la próxima Barcelona Wine Week?

A pesar de la incertidumbre y de la escalada inflacionista, veo al sector con optimismo. Creo que hay señales que muestran que la percepción y valoración de la excelencia y diversidad de los vinos de España está claramente consolidándose. Es un dato revelador el hecho de que hayan crecido notablemente las exportaciones en términos de valor y no de cantidad. Y que este hecho se produzca por segundo año consecutivo. La plena recuperación de la movilidad internacional ha traído consigo también un auge espectacular del canal HORECA, principal aliado de la industria vitivinícola. La fuerza del mercado estadounidense es también un mensaje muy positivo para nuestros bodegueros.

A pesar de la situación, los resultados de las exportaciones de vinos españoles entre enero y junio de 2022 fueron crecieron más de un 4% (OeMv). ¿Esta tendencia alcista se mantendrá?

Todavía no tenemos datos de cierre de este segundo semestre, pero sí indicadores que revelan que esta tendencia se consolidará a lo largo de todo 2022. La fuerza de las importaciones de grandes países consumidores como EE.UU. y la recuperación de otros en el Lejano Oriente son muy esperanzadoras.

España es una potencia exportadora en vinos, pero tiene aún un gran potencial para crecer en el extranjero. ¿Cuáles deberían ser los países foco?

España tiene que consolidar su imagen de excelencia en países clave como EE.UU., Reino Unido o Suiza. Especialmente los dos primeros son muy importantes, no sólo por la demanda propia sino porque son un espejo donde otros muchos países compradores también toman como referencia. En Asia creo que son claves países como Corea del Sur o Japón, que están convirtiéndose en grandes demandantes de vino. Y por supuesto países del Sudeste Asiático (Vietnam, Singapur, Malasia, Tailandia) que tienen un gran potencial turístico.

Otro gran reto es crecer en valor, no sólo en botellas vendidas. ¿Cuáles son las claves para conseguirlo?

Es fundamental el trabajo de creación de marca y de posicionamiento en los mercados. Apoyarse en una marca país como referencia para prescriptores internacionales es muy importante. La enorme diversidad de vinos que hay en España no facilita una percepción clara en el consumidor final. Para ello, es muy importante que entre todos trabajemos en nuestra Marca País, como lo hacen de manera clara y rotunda nuestros competidores. La generación de una reputación es una estrategia de largo plazo, que requiere un compromiso de las bodegas con su internacionalización y una estrategia coherente y sostenida en el tiempo de precios.

BWW mostrará la enorme diversidad de suelos y de vinos de España. Es una gran riqueza, ¿pero puede ser un handicap a la hora de vender la marca ‘vino español’ en el extranjero?

Desde mi punto de vista, todo lo contrario. BWW será ese escaparate perfecto para mostrar al mundo la enorme diversidad y la apuesta por la calidad y la excelencia de los vinos de España. Son los factores que verdaderamente nos diferencian. La increíble revolución de los vinos españoles en los últimos veinte años todavía es poco conocida. Y BWW será el mejor escaparate posible para mostrárselo al mundo: compradores y prescriptores internacionales lo vivirán en primera persona.

BWW conectará a 700 bodegas españolas con más de 1.800 compradores clave, 500 de ellos internacionales. ¿Qué recomendaciones les daría para seducir a un comprador VIP internacional?

Es importante que las bodegas transmitan los valores que tienen sus vinos; la historia del producto es clave para que el comprador internacional se enamore de nuestros vinos. La estrategia de internacionalización es una apuesta a largo plazo. Por ello, es importante seguir cultivando a esos compradores y tener capacidad de respuesta adaptada a las posibilidades reales de cada bodega. En función de su capacidad de producción y de comercialización, cada una tendrá que apostar por mercados a su medida. Crear una marca con todo lo que conlleva, desde imagen hasta precio es un trabajo donde ICEX siempre va a estar al servicio de las bodegas para ayudarlas en los mercados internacionales.