Los vinos de Jerez serán unos de las grandes protagonistas de la sexta edición de la BWW. Para esta edición estamos preparando una cata con productos icónicos con los que vivir una experiencia inolvidable y, quizás, irrepetible. Queremos trasladar el duende de Jerez a Barcelona (no, obviamente, la película de comedia musical fantástica de 1953). Dicen que, si Jerez fuera un género musical, sin lugar a duda, sería flamenco (sus tabancos son templos del arte y del vino). Pero no hay duda alguna de que “los duendes beben vino de Jerez”. Hay quien ha escrito que sean reales o no, los duendes deben apostar por los generosos jerezanos, ya que Jerez es donde se elabora uno de los mejores vinos del mundo. Es un lugar, a la vez, tan mágico como real. Ya dijo Víctor Hugo que “si Dios no hubiera hecho a Jerez ¡cuán imperfecta sería su obra!”. Lord Byron remachó el clavo afirmando que “Jerez de la Frontera es una ciudad que debería estar en el Paraíso”.
En copa o en cuchara entraremos a través de la pituitaria amarilla y del paladar en viejos cascos de bodega con esterones bajados, en viñedos de blanquecina albariza iluminados por el sol andaluz y mecidos por la brisa marina gaditana -entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo- y en vinos eternos que han vivido la magia de la flor.